Aluminio Reciclado

El aluminio, destacado por su versatilidad y ligereza cuenta con muchas aplicaciones en nuestra vida cotidiana. Y se utiliza en multitud de industrias, desde la industria automovilística hasta la producción de envases. En los últimos años ha incrementado la demanda de aluminio, lo que ha generado un problema medioambiental, debido a que su extracción genera residuos y gases de efecto invernadero. Por ese motivo se recicla para llegar a poder dar otra vida al aluminio reciclado.

¿Por qué es interesante?

El proceso de reciclaje de aluminio se lleva a cabo para disminuir la huella ambiental asociada a la producción de este metal, a través de la bauxita, que genera una cantidad notable de residuos. Este material que se recicla no solo conserva la energía del material previo a su reciclaje, en comparación con la producción a partir de materias primas vírgenes, sino que además reduce las emisiones de gases de efecto invernadero por el hecho de producir menos aluminio puro.

¿Cómo es el proceso para conseguir el aluminio reciclado?

La cadena de reciclaje de aluminio comienza con la recolección de residuos, que pueden ser, por ejemplo, latas de refresco o envases de comida. Posteriormente, estos residuos se limpian para quitar impurezas de los recipientes de aluminio. Después, el aluminio se funde a altas temperaturas para formar lingotes, que serán usados en la fabricación de nuevos productos. Este proceso requiere mucha menos energía que la fabricación a partir de bauxita, forma mucho más contaminante y perjudicial para el medio ambiente.

En conclusión, el aluminio reciclado es una opción muy interesante por los beneficios ambientales que este genera. El uso de este metal será interesante para generar conciencia en la sociedad sobre la importancia del reciclaje en el medio ambiente y para fomentar la economía circular. Hacia un mundo sostenible el aluminio reciclado representa un gran paso hacia la construcción de un futuro verde.