El impacto medioambiental por la explotación de tungsteno

El reciclaje de metales declarados como “críticos” para la economía de la Unión Europea, es una de las opciones existentes para obtener estos materiales, como puede ser el tungsteno. Además, existen proyectos mineros para la extracción de la materia prima, el problema surge cuando se realiza en una zona protegida de un parque natural y que supone un impacto medioambiental grave.

Peligro para el ecosistema de la zona

Esto es lo que puede ocurrir en el puerto del Salau, en el Parque Natural del Alt Pirineu (España) y en el río Salat, en el Parque Natural de los Pirineos de la Arieja (Francia) donde hay yacimientos de tungsteno y que la empresa Apollo Minerals estudia desde 2017.  La entidad ha emitido recientemente un comunicado donde afirma las buenas condiciones de la mina, sin embargo, desde el municipio en el que se encuentra la zona, en Couflens, se niegan tajantemente a su apertura, ya que existe el riesgo de contaminación por amianto existente en el subsuelo.

En la zona catalana existen aún más problemas administrativos debido a que el impacto medioambiental sería aún mayor, pues deberían abrirse pistas para la maquinaria, así como perforaciones dentro de un entorno ecológico de alto valor, por lo que también se oponen a la apertura de la mina.

El tungsteno es uno de los metales con mayor resistencia, por lo que se usa en la industria armamentística para la fabricación de proyectiles e incluso, blindadas, entre otras muchas funciones. El 15% de este material consumido en la Unión Europea proviene de España, que se ha convertido en el tercer país productor por detrás de Rusia, que se hace con un 50%  y de Portugal, con 17%, aunque China siempre ha sido el productor principal con extracciones del 80% del tungsteno mundial.

El impacto medioambiental es uno de los problemas que surgen con la extracción de los metales, debido a la contaminación y los cambios producidos. Es por ello que el reciclaje de chatarra se hace esencial para seguir conservando el medio ambiente, además de favorecer el precio de los metales, pues el coste del proceso de reciclado es inferior a la obtención de la materia prima.