Tipos de metales

¿Sabías que no todos los metales se tratan por igual en una chatarrería? Algunos tienen más valor, otros requieren procesos distintos de reciclaje, y unos cuantos son tan comunes que están en casi todo lo que usamos a diario. Este glosario va mucho más allá de los típicos listados fríos: aquí vas a descubrir, con un lenguaje claro y humano, los tipos de metales más comunes, curiosos y valiosos del mercado del reciclaje.

Tipos de metales: ¿cómo se clasifican realmente?

La clasificación básica de los metales se divide en dos grandes grupos:

• Metales ferrosos
• Metales no ferrosos

Metales ferrosos: los todoterreno de la industria

Los metales ferrosos son los que contienen hierro como componente principal. Son resistentes, duros y suelen oxidarse con el tiempo si no se protegen bien. Entre los más conocidos están:

Hierro

Probablemente el metal más antiguo conocido por el ser humano. Usado desde la Edad del Hierro (de ahí su nombre), sigue siendo una base fundamental en la construcción, automoción y maquinaria pesada.

• Se oxida con facilidad (el famoso óxido o «herrumbre»).
• Es magnético.
• Es barato y se recicla a gran escala.

Acero

Es una aleación de hierro con carbono. Dependiendo de los aditivos, puede tener muchísimas variantes: inoxidable, galvanizado, al carbono…

• El acero inoxidable contiene cromo y níquel, lo que lo hace resistente a la corrosión.
• Se usa en electrodomésticos, utensilios de cocina, estructuras metálicas y más.
• El acero reciclado es clave para reducir el impacto ambiental.

Metales no ferrosos: los pesos pesados del reciclaje

Aquí hablamos de metales que no contienen hierro, y por tanto, no se oxidan tan fácilmente ni son magnéticos. ¡Pero sí que tienen mucho más valor económico!

Cobre

Uno de los metales más codiciados en cualquier chatarrería. ¿Por qué? Porque:

• Es excelente conductor de electricidad.
• Está presente en cables, motores, instalaciones eléctricas.
• Su precio por kilo es alto.
• El cobre reciclado mantiene prácticamente sus propiedades originales.
• Dato curioso: el cobre puede reciclarse indefinidamente sin perder calidad.

Aluminio

Ligero, resistente a la corrosión y muy versátil. Lo ves en latas, ventanas, marcos, bicicletas, aviones…

• Su reciclaje ahorra el 95% de la energía respecto al aluminio primario.
• No es magnético.
• Su valor es alto y fluctúa bastante en el mercado.

Latón y bronce: las aleaciones nobles

Ambos son derivados del cobre, pero tienen diferencias:

Latón: mezcla de cobre y zinc.

Bronce: mezcla de cobre y estaño.

• Estos metales se usan en grifería, decoración, instrumentos musicales y más.
• No se oxidan fácilmente.
• Su aspecto dorado es muy atractivo.
• Se reciclan como metales no ferrosos y tienen un buen valor en el mercado.

Zinc, plomo y estaño: los discretos pero valiosos

Estos tres metales no suelen robarse titulares, pero tienen un papel fundamental:

Zinc: se usa para galvanizar el acero y protegerlo contra el óxido.

Plomo: muy usado en baterías de coche.

En conclusión, existen multitud de tipos de metales. Sin embargo, de todos ellos se puede hacer una correcta gestión de la mano de profesionales. Y en Recemsa velamos por ello.