Zinc

El zinc es un metal que, aunque no se lleva todas las miradas como el oro o el cobre, juega un papel protagonista en industrias que mueven el mundo. Es versátil, duradero y reciclable al 100 %, lo que lo convierte en un auténtico tesoro para chatarrerías y fábricas por igual. Se encuentra en todo tipo de objetos, desde canalones hasta piezas de coches, pasando por baterías, techos o tornillos. Y sí, incluso en suplementos alimenticios.

El zinc es un elemento químico de símbolo Zn y número atómico 30. Se trata de un metal de color blanco azulado, brillante, que resiste bastante bien la corrosión y es relativamente económico de producir. En pocas palabras: tiene todas las papeletas para ser el chico popular del instituto de los metales.

Zinc: usos comunes en la vida diaria

Puede que no lo sepas, pero el zinc está más presente en tu vida de lo que imaginas. Aquí va una lista rápida:

• Galvanización de acero: se usa para recubrir acero o hierro, protegiéndolos de la oxidación.
• Fabricación de latón: una aleación de zinc y cobre usada en herrajes, instrumentos musicales, grifería y más.
• Pilas y baterías: especialmente en las de tipo zinc-carbono y zinc-aire.
• Industria farmacéutica: el óxido de zinc se utiliza en cremas, pomadas y suplementos dietéticos.
• Construcción: canalones, bajantes, tejados, chapas decorativa.

Vamos, que sin este metal, el mundo moderno estaría en serios apuros. No es exageración.

¿Dónde se encuentra?

Otra buena pregunta. Se extrae principalmente de minerales como la esfalerita, que es su mena más común. Los países que lideran la producción mundial de este metal son China, Perú, Australia y Estados Unidos. Pero no te preocupes si no tienes una mina en el patio trasero: en el mundo de la chatarra, este metal está en todas partes.

En chatarrerías como la nuestra, lo encontramos en forma de:

• Revestimientos metálicos
• Tuberías viejas
• Restos de aleaciones
• Partes de coches y electrodomésticos

Y lo mejor es que una vez reciclado, mantiene todas sus propiedades.

Zinc en la industria de la construcción

En la construcción, tiene un rol estelar. ¿Sabes por qué? Porque resiste a la intemperie como un campeón. No se oxida fácilmente, lo que lo hace ideal para tejados, canaletas, fachadas y sistemas de recogida de agua de lluvia.

También se utiliza en la fabricación de perfiles metálicos, tornillos, tuercas y anclajes. Y como se puede moldear fácilmente, es perfecto para diseños arquitectónicos creativos. Además, cuando hablamos de sostenibilidad, el zinc gana puntos: es ecológico, duradero y reciclable.

En conclusión, aunque no tenga la fama del oro ni el brillo del cobre, el zinc es uno de esos metales que sostiene el mundo sin pedir aplausos. Desde la protección del acero hasta la salud humana, su versatilidad no deja de sorprender. Y en la chatarrería, representa una joya de valor económico y ecológico.